Reformas de oficinas: diseño de oficinas silenciosas
El ruido es una de las mayores fuentes de contaminación ambiental que existen aunque no tenga un gran protagonismo mediático. Puede ser fuente de estrés, provocar una pérdida de la capacidad auditiva y otros trastornos fisio-psicológicos.
En una oficina por lo general el nivel de ruido no es tan pernicioso, pero sí que puede ser una causa recurrente de distracción laboral, perturbando la atención y la comunicación de los empleados. Como siempre una buena planificación en la construcción del recinto resulta clave para lograr espacios de trabajo silenciosos.
La acústica de una oficina depende de varios factores: su construcción (aislamiento de las paredes, reverberación de la sala, etc), las fuentes de ruido exterior y las fuentes de ruido en el interior. Teléfonos, impresoras, equipos de aire acondicionado… todo va sumando su granito de arena.
Para determinar la calidad acústica de un local tenemos que fijarnos en su nivel de ruido y el tiempo de reverberación, es decir, la persistencia de un sonido en un recinto una vez suprimida su fuente.
En un ambiente de trabajo que requiera concentración el nivel de ruido debería ser inferior a los 40 decibelios, pudiendo llegar a los 45 dB en locales múltiples y de tareas mecanizadas, pero nunca deberá exceder los 55 dB.
La reverberación es el segundo elemento de esta ecuación del silencio ya que afecta al nivel sonoro directamente. Una reverberación no deja de ser la reflexión de un sonido; si llega más tarde que éste entonces produce ruido y otros efectos que afecten a la inteligibilidad de la palabra como el eco.
Para mejorar la calidad acústica de un local optaremos por:
-Actuar sobre el local. La mejor forma de atacar la reverberación en las reformas de oficinas es el uso de materiales absorbentes en el suelo o en el techo, incluso en los muebles. Cada vez hay una mayor oferta en el mercado de muebles con una superficie acústicaefectiva que absorben el sonido de manera diferente, dependiendo de la aplicación.
Sin duda es una efectiva y práctica solución para reducir el molesto tiempo de reverberación, con el valor añadido de poder utilizar el mueble y dejarlo totalmente integrado en la oficina.
-Disminuir el ruido ambiente: puede lograrse seleccionando los equipos adecuados, aislándolos como haríamos al colocar una impresora dentro de una urna o llevándolos a otra sala.
Por supuesto nunca hay que olvidar antes de empezar la reforma consultar a los propios empleados, nadie mejor que ellos para identificar las fuentes de ruido más molestas.
Fuente: Instituto nacional de seguridad e higiene en el trabajo, portaldisseny.ibv.org , vitra.com
Imágenes: mksout, pni, vitra.com