Inunda tu casa de color con la Cromoterapia
Está demostrado que el uso de los colores en los lugares donde se desarrolla nuestra vida habitualmente, ya sea el propio hogar o el de trabajo, influye decisivamente sobre nuestro estado de ánimo, y por ende en como afrontamos o realizamos las actividades del día a día.
El ambiente que nos rodea, según importantes estudios psicológicos, hace que nos sintamos más o menos cómodos, creativos, alegres o tristes; por tanto resulta evidente que hay que saber armonizar éste, usando las técnicas de la cromoterapia para hacer que nuestra energía se canalice de forma positiva.
A la hora de construir un edificio cada vez se le da más importancia a esto tanto en su exterior como en su interior, de manera que ya es usual encontrar construcciones cuyas fachadas lucen alegres colores y sus interiores se decoran de forma que cada estancia tenga el color idóneo para la función que cumple. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el Hotel Silken de Madrid, cuya fachada multicolor invita a descubrir un edificio innovador, donde se juega con los colores de una forma muy creativa y original, para procurar el descanso y relax, o la diversión, de quien allí se aloja.
A la hora de decorar los interiores lo primero que hay que tener en cuenta cual es su función concreta, ya que no es lo mismo un área de descanso que una de ocio. Los colores claros, como los beige, los marrones o los crudos son idóneos para las zonas de descanso o tranquilidad, y muy recomendables para aquellas personas nerviosas, ya que estos incitan a la serenidad.
Para la zona de la entrada debemos elegir colores alegres, como los amarillos combinados con colores madera, ya que nos harán sentir bien según atravesemos la puerta, nos ayudarán a ir dejando atrás los problemas que generalmente traemos de fuera y sentir el placer de volver a casa. Estos colores, unidos al naranja y al blanco, también son muy útiles para decorar la cocina ya que estimulan el apetito. Es importante combinarlos adecuadamente y evitar los muy chillones.
Para los dormitorios es bueno antes de decidir, pensar quién va a hacer uso de ellos, ya que si son personas con tendencia a la melancolía lo mejor es usar colores brillantes, como los azules o violetas, y por el contrario, si son demasiado excitables, debemos elegir colores relajantes, como los rosas.
Y para los cuartos de baño, además de elegir elementos prácticos, podemos dejar volar nuestra imaginación y decantarnos por utilizar verdes conjuntados con marrones, ya que animan y a la vez que nos dan sensación de bienestar.
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